TIPOS DE NACIMIENTO

 

El nacimiento básico compuesto de la Virgen, San José, la mula y el buey y el niño es el más simple y el que menos trabajo requiere, lo que no significa que no sea una buena forma de representar la Familia Sagrada, pues la sencillez y la sobriedad son cuestión del gusto particular de cada quién. Si has elegido éste, tal vez puedes poner las figuras en una casita de madera, o en un ranchito hecho de musgo y troncos, si se prefiere un estilo más rústico. Asimismo, es común que un ángel y una estrella de Belén se sitúen sobre el portal, lo que aumenta el carácter religioso de la representación, y lo hace mucho más solemne.

Ahora, también hay portales más elaborados, como los que incluyen un paisaje de fondo desértico en la mayoría de los casos, con arena de verdad, y confeccionados con musgo. Las imágenes que se agregan en este caso, son la sagrada familia, la mula y el buey, los reyes magos, el ángel, los pastores y sus ovejas.

Generalmente, en la construcción de este tipo de pesebres es una buena idea involucrar a los niños, porque ellos se identificarán con el proceso y pasarán con al familia, muy unidos.

Para empezar a realizar este tipo de nacimiento, es necesario elegir el lugar donde se va a levantar el nacimiento. Puede ser en una mesita en la sala, debajo del árbol, en una esquina sobre el suelo o sobre la chimenea. Una vez hecho esto, el área debe limpiarse bien.

Seguidamente, se procede a confeccionar el fondo, que se constituirá por montañas, paisaje desértico nocturno, rocas o imágenes de construcciones de la época del nacimiento de Jesús silueteadas en algún papel oscuro que represente la noche, o también se puede utilizar una malla de alambre la cual se puede cubrir con musgo o con ramitas de ciprés.

El fondo puede ubicarse contra la pared o montarse sobre cajas de cartón, que simulen el relieve de la geografía. Una vez colocadas varias cajas de diferentes tamaños encima unas de otras, se cubren con papel negro cartulina C12, de forma que el papel parezca montañas o rocas.

Luego, en el área definida como la zona donde se va a construir el pasito, se puede colocar arena o tierra de verdad, en cuyo caso para mayor facilidad se recomienda colocar un cartón de base, para así poder limpiar después todo sin mayores complicaciones. Otra opción es dispersar aserrín, el cual puede ser natural o de colores rojo y verde, lo que colabora con dar la idea de la Navidad. Para delimitar esta área, se pueden colocar pequeñas piedras de río en el borde, o piedritas blancas.

Después, colocas las figuritas que pueden ir desde lo básico hasta todas las imágenes que desees. Puedes también agregar un espejito o papel brillante de aluminio, que simule un laguito donde puedas colocar cisnes o patitos, y en adelante es la creatividad lo que cuenta. Ya esos pesebres que incluyen animales de granja o casas tradicionales, se conocen como los de tipo típico o folclórico.

Entre las figuras más comunes podemos mencionar mujeres con canastos, con cántaros de agua, alimentando animales o, simplemente, lavando ropa en el río (que se hizo con papel brillante o el espejito); niños jugando o junto a sus familias; pastores durmiendo, con corderos sobre los hombros, adorando al niño, labradores arando su tierra, un herrero trabajando, un pescador junto al río, algunos animales como gallinas, cerdos u ovejas comiendo, árboles y montañas, tampoco hay que olvidar otros elementos como casas, molinos, norias, ruinas, un puente, una cerca, y lo que la imaginación permita.

Usualmente, si el portal es de zonas Latinoamérica, pueden incluirse elementos indígenas que representen la tradición cultural del pueblo al que se pertenece.

Si lo que se quiere es involucrar a los niños de una forma más activa, es posible que ellos pinten las figuritas, o se encarguen de la construcción de todos los muñequitos con plastilina, barro o yeso. Sin importar cuál se elija, si los niños lo han elaborado con sus propias manitas, será del estilo infantil, que sin duda le da mucha alegría.

La iluminación es parte de la decoración del pesebre, pues si no éste no llamará la atención como debe hacerlo. Las lucecitas de navidad, ya sea de colores o de un sólo color según tu gusto personal, se pueden colocar en torno a toda el área del portal, o en el contorno de la casita que sirve de refugio a la Virgen, al niño y a San José, e incluso dentro de la casita, para que ilumine la parte interior donde están las figuras centrales del portal.

Una vez terminado, sin duda tu hogar se habrá llenado de ese espíritu y de esa alegría que caracteriza a la época de Navidad. Así, que manos a la obra y diviértete en familia, elaborando el pesebre más bonito.

 

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